La gingivitis es un problema muy común en muchas personas. El problema es que en muchas ocasiones esas personas no son conscientes de que están sufriendo este mal, de aquí que no pongan remedio para solucionar la gingivitis y cuando quieren arreglar el problema puede ser un poco tarde.
Qué es la gingivitis
La gingivitis es un problema vocal que se produce concretamente en la zona de las encías. Cuando una persona sufre gingivitis se puede comprobar como las encías se inflaman y si ponen rojas debido a la infección que hay en su interior.
Síntomas
Los síntomas no son complicados de conocerlos, por lo que te vamos a explicar como puedes saber si estás sufriendo gingivitis en tus encías.
Para comenzar, esta infección se manifiesta en las encías haciendo que las mismas se inflamen y sobre todo se pongan de un color rojizo intenso. Además, normalmente las encías suelen volverse muy sensible. Esto provoca que cuando nos cepillamos los dientes a la menor presión, las encías comiencen a sangrar.
Si la gingivitis está más evolucionada, entonces suele pasar que las encías suelen retroceder. Si no ponemos solución rápidamente al problema, lo más seguro es que la encía se retire tanto que pueda provocar la pieza dental un poco al aire y el diente y la muela se puedan comenzar a mover.
En muchos casos se suele manifestar provocando mal aliento y un mal gusto, incluso si la enfermedad no ha evolucionado mucho. En parte este mal aliento se debe a que se crean pequeñas bolsas entre los dientes y encías que provocan que las bacterias y los restos de comida se concentren en esas bolsas. Es más, estas bolsas no se pueden eliminar con el cepillado, por lo que necesitarás de la ayuda de un buen dentista.
Causas
La causa principal de la aparición de la gingivitis es la acumulación de la placa en la zona de las encías. Como la placa tiene bacterias, estas son las encargadas de atacar a la encía y provocar la hinchazón de la encía y todos los síntomas mencionados anteriormente.
Hay que tener claro que la gingivitis la podemos encontrar en 3 estadios diferentes según el grado de evolución de la enfermedad.
La gingivitis inicial se presenta con una intensidad leve y es cuando mejor se puede tratar. Ene este caso podrás ver como las encías pueden sangrar de manera leve durante el cepillado, siendo uno de los síntomas de que debes acudir al dentista lo antes posible.
La segunda fase se conoce como gingivitis temprana. En este caso la enfermedad de las encías se presenta con intensidad moderada. En este caso, el sangrado tras el cepillado suele ser más común y abundante. Además, se puede ver como las encías están mucho más rojas e hinchadas.
La fase de gingivitis con lesión establecida es la tercera fase de la enfermedad. En este caso se puede decir que la gingivitis se encuentra en un estado grave. En esta fase el sangrado es automático en cuanto nos intentamos lavar los dientes y tenemos contacto con las encías. A los problemas anteriores hay que sumar que el epitelio, el cual une al diente con la encía se ve afectado. Esto provoca que al haber más espacio entre la encía y el diente, la pieza dental incluso se pueda mover. Si no se pone remedio a tiempo, puede que la pieza dental corra el peligro de caerse y por ello podamos perder el diente o la muela afectada.
Cómo curar la gingivitis
Lo mejor que puedes hacer para curar este problema es acudir al dentista, el cual estudiará tus encías. Recuerda, cuanto antes acudas al dentista, antes podrás poner fin al problema y menor será el coste de la intervención.
El dentista comenzará realizando un reconocimiento de la boca para ver posibles causas y ver si realmente estás sufriendo gingivitis u otro problema. También mirará si hay espacio entre alguna pieza dental y la encía.
A continuación pasará a eliminar el sarro. Una vez que tengas una boca limpia, te ofrecerá una serie de consejos para que te cepilles correctamente los dientes. Y recuerda, si el problema pasa a ser de periodontitis, entonces el proceso será más largo y por ello más costoso para ti. De aquí que al menor síntoma acudas a tu dentista para evitar problemas mayores.
7 remedios naturales para curar la gingivitis
El limón es una buena herramienta a la hora de luchar contra este tipo de enfermedad en las encías gracias a su elevado poder antiséptico y antiinflamatorio.
El aceite de tomillo junto con 100 ml de agua tibia también te ayudará a conseguir buenos resultados. Con este líquido te tendrás que enjuagar después de cada comida y cepillado. Verás como si la enfermedad no está muy evolucionada, los síntomas comenzarán a mejorar rápidamente.
Otro de los mejores remedios que puedes usar es el enjuague bucal con agua oxigenada y bicarbonato. Con este sencillo remedio te podrás enjuagar rápidamente y verás como los molestos síntomas de la enfermedad se reducen de manera importante. Y es que cuenta con agentes bacterianos que te permitirán una limpieza de boca importante.
Si tienes dolor provocado por la gingivitis, el aloe vera será muy bueno. Esta planta te reducirá el dolor gracias a sus características antibacterianas y antiinflamatorias. Para conseguirlo, te invito a mezclar 30 gramos de aloe vera con 3 gotas de aceite de esencia de árbol de té. Con esta mezcla debes frotar tus dientes y tus encías. Tras esto debes dejar actuar durante unos minutos antes de enjuagarte.
El vinagre de manzana junto a un vaso de agua tibia conseguirá eliminar la inflamación de las encías y el malo olor de aliento provocado por esta enfermedad. Con esta mezcla deberás hacer gárgaras después de cada comida.
La mezcla de aceite de coco con bicarbonato de sodio es otra opción para reducir la inflamación el dolor que provoca esta enfermedad de la boca. En este caso tendrás que poner el producto resultante de la mezcla en el cepillo de dientes y cepillarse normalmente.
Morder ajo o perejil crudo también puede ayudar a reducir el dolor. Eso sí, no siempre da buenos resultados, por lo que te recomiendo apostar por los remedios presentados anteriormente.