La presión arterial alta es un problema que afecta a una gran parte de la población y que en muchas ocasiones no es detectada, ya que no suele presentar síntomas específicos. Ello supone un serio problema ya qua al no dar ningún tipo de señal específica nos exponemos a sufrir varios problemas sin apenas verlo venir.
La presión arterial alta lo que ocasiona es que nuestro corazón bombé la sangre con mayor potencia de lo normal, por lo que la empuja con más fuerza contra las paredes. Este tipo de presión arterial alta se conoce como presión sistólica. Algunos de los problemas que puede ocasionarnos la presión arterial alta son derrames cerebrales y ataque al corazón, sin duda, problemas serios que pueden poner en riesgo nuestra vida.
Y es que la única forma de detectar cuál es nuestra presión arterial es mediante chequeos habituales con nuestro doctor o utilizando tensiómetros digitales en casa. A continuación, te explicamos algunos consejos que puedes utilizar para prevenir la presión arterial alta.
Revisa tu presión
Por supuesto, lo primero que debes hacer es revisar tu presión contantemente. Como mencionábamos en la introducción puedes hacerlo visitando a tu doctor de cabecera o acudiendo a cualquier farmacia. En apenas un par de minutos podrás saber cuál es tu nivel de presión en la sangre y saber si necesitas poner una solución.
Otra de las cosas que puedes hacer es comprar un tensiómetro digital para medir en tu casa o en cualquier lugar la presión arterial. Estos aparatos son muy prácticos y precisos, además te ahorrarán un montón de tiempo al no tener que ir hasta la consulta. En TensiometrosDigitales.net puedes encontrar una selección de los mejores tensiómetros del mercado y a muy buen precio.
Haz ejercicio regularmente
Por supuesto, si lo que quieres es tener una adecuada presión arterial, entonces lo más aconsejable es que practiques ejercicio regularmente. Uno de los principales motivos por los que sube la presión es por tener sobrepeso, de esta forma, con el ejercicio podrás reducir el exceso de peso. Lo aconsejado, en este caso, es el ejercicio aeróbico. Como referencia, trata de hacer unas 2 horas y 30 minutos de ejercicio aeróbico moderado a la semana o 1 hora y 15 minutos de ejercicio aeróbico intenso a la semana.
Como saludablemente
Comer saludablemente es esencial para tener una presión arterial adecuada. Es aconsejable que elimines o reduzcas al máximo la sal de tus comidas. Evita, así mismo, la cantidad de grasas que consumes y aumenta el consumo de alimentos con potasio, como el plátano. Así mismo, trata de consumir una mayor cantidad de frutas y verduras. La dieta mediterránea, así como la dieta DASH te puede ser de gran utilidad para bajar la presión arterial.
No fumes ni bebas alcohol
El humo del tabaco es uno de los principales causantes de que aumente tu presión arterial, dando lugar, así mismo, a todo tipo de enfermedades e incluso pudiendo provocar derrames cerebrales —como indica en las cajetillas de tabaco, ya que aumentan la presión arterial—. En el caso del alcohol ocurre algo parecido. En primer lugar, un consumo excesivo de alcohol sube la presión arterial, pero también aumenta las calorías. Por lo que si se padece sobrepeso no será, para nada, adecuada su ingesta.
Gestiona adecuadamente el estrés
Es muy complicado evitar las situaciones de estrés, ya que en el día a día suelen aparecer diferentes factores que pueden ocasionarlo. Sin embargo, si tenemos los mecanismos adecuados, podemos gestionar el estrés adecuadamente para evitar problemas por subida de tensión, entre otros muchos problemas más. Es esencial, pues, que hagamos ejercicios de relajación o que evitemos aquellas situaciones que nos ponen nerviosos y que no son esenciales para nosotros.
Reduce el consumo de cafeína o sustancias estimulantes
Tener una presión alta está muy ligada, como comentábamos en el punto anterior, a padecer de estrés. Por ello, cualquier alimento o bebida que pueda alterar nuestro sistema nervioso será conveniente que sea suprimido de nuestra dieta o, al menos, reducido. Por ello es aconsejable que evitemos tomar café, así como otras sustancias estimulantes como las bebidas energéticas, el té —más en concreto el té negro—, la cola, etc.