A través de diferentes estudios se ha demostrado que las personas que tienen que pasar muchas horas en interiores son personas que no pueden disfrutar de la producción de melatonina adecuada. Si tienen que estar expuestas durante muchas horas a la iluminación artificial pueden sufrir diferentes problemas de salud. Por ese motivo, los expertos siempre recomiendan que todo el mundo salga a la calle y disfruten del sol natural. Al fin y al cabo, la luz natural es lo más importante para nuestro organismo.
Tipos de bombillas y sus efectos en la salud
No todas las lámparas provocan los mismos problemas en la salud de las personas. Todo depende del tipo de iluminación que usemos. Te vamos a mostrar los diferentes tipos de iluminación y sus efectos en la salud:
- LED: son las más comunes hoy en día. La ventaja de este tipo de iluminación es que ofrece una buena iluminación a cambio de un consumo realmente ajustado. Eso se traduce en un ahorro para las personas o empresas que apuestan por esta iluminación. En https://www.LamparaDirecta.es/ podemos encontrar una amplia variedad de lámparas que usan la tecnología LED. Vienen muy bien para trabajar o para pasar el día en interior. Este tipo de iluminación se compone por el color azul y amarillo. La luz azul puede provocar insomnio a las personas que están expuestas durante muchas horas a este tipo de luz. Sucede lo mismo que con las pantallas de los móviles y ordenadores. Ese tipo de iluminación no es buena a la hora de conciliar el sueño. También puede provocar pérdidas de visión. Por ese motivo los expertos recomiendan un descanso por cada hora de exposición a este tipo de iluminación.
- Bajo consumo: en este rango podemos incluir a la iluminación fluorescente. Este tipo de iluminación tiene como punto negativo que incluyen mercurio. Este metal es realmente peligroso para la salud humana, de aquí que poco a poco se estén eliminando del mercado. Otro punto negativo de este tipo de iluminación es el gasto elevado. Si lo comparamos con el gasto de una bombilla LED, el consumo es mucho más alto. No solo afecta a nuestra salud, sino que también afecta a la salud del planeta. En caso de rotura, hay que recoger los trozos de la bombilla con mucho cuidado y con guantes. Sin olvidar ventilar la estancia para que el mercurio se vaya y no lo respiremos. Ese metal es realmente perjudicial para nuestra salud.
- Incandescentes: es un tipo de bombilla que todavía está presente en muchos sitios a pesar de que en 2012 se dejaron de producir. Puede producir quemaduras en caso de contacto con la piel. Esas quemaduras son provocadas por que la gran mayor parte de la energía no se transforma en luz, sino en calor. Eso hace que el consumo sea muy alto y no sean eficientes.
- Halógenas: otro modelo que se dejó de fabricar en 2016, pero que todavía están presentes en muchas oficinas. Es un tipo de iluminación tóxica, de aquí que se recomiende cambiar la iluminación en caso de disponer de ella todavía. No solo son tóxicas para el ser humano, también son realmente negativas para el medio ambiente. Son una gran fuente de contaminación, por ese motivo se dejaron de fabricar.
Muchos estudios han demostrado que el nivel de luz de una habitación no solo puede afectar a la salud de la persona, sino que puede afectar de manear directa al estado de ánimo. Por ese motivo los expertos recomiendan a las personas anímicamente bajas que salgan para disfrutar de la luz solar. Sobre todo, hay que salir en invierno cuando podemos disfrutar de menos horas de sol.
Como hemos comentado antes, la iluminación LED se está imponiendo en nuestra sociedad por el bajo consumo y la buena iluminación que nos ofrece. Pero los estudios nos están demostrando que no es tan buena como pensamos en un primer momento.
Los 4 principales problemas de salud de la iluminación artificial
- Diabetes: algunos estudios están investigando si la diabetes pudiese tener un riesgo mayor de aparecer en las personas que tienen que estar expuestas a iluminación LED durante muchas horas.
- Obesidad: normalmente cuando pasamos muchas horas en una oficina o en casa, quiere decir que no hacemos ejercicio físico. El estudio ha demostrado que la iluminación artificial también es una causa del aumento de la obesidad. Las personas que no salen a la calle son propensas a sufrir este problema de salud. Para evitarlo, hay que salir para que nos dé el aire y sobre todo para hacer algo de ejercicio.
- Depresión: las personas que no pueden disfrutar de la luz del sol por diferentes motivos son personas más propensas a sufrir depresión. Parte de esto se debe a que no hay un equilibrio en los ciclos circadianos. Eso hace que la autoestima poco a poco vaya bajando, no haya visión de futuro y en consecuencia la depresión cada vez sea más probable.
- Desórdenes en el día a día: otro de los problemas que puede provocar la iluminación artificial, sobre todo la iluminación LED son los desórdenes. Normalmente las personas que están expuestas a la iluminación LED durante muchas horas son mucho más propensas a sufrir insomnio. Ese problema se puede ver incrementado si se trabajar con ordenadores sin filtros de luz azul y se usa mucho el móvil antes de irse a la cama. También puede afectar a los desequilibrios alimenticios. Puede provocar que una persona tienda a comer demasiado o a no comer nada, sobre todo si todo va acompañado de una situación de estrés elevada.
Como puedes ver, la iluminación artificial es buena, pero también tiene puntos negativos respecto a la salud. Para evitar que la iluminación nos afecte de manera negativa, lo mejor que se puede hacer es salir a la calle y disfrutar del máximo de horas de sol en la medida de lo posible. La luz del sol es un regenerador que nos hará estar más felices, fuertes y sanos.