Tips básicos para una buena higiene bucal

La salud de los dientes es imprescindible, puesto que, además de estar relacionada con la autoestima, teniendo unos dientes blancos y saludables, también se ha comprobado en diferentes estudios que se relaciona directamente con muchas enfermedades, las cuales, pueden aparecer o agravarse al tener una higiene bucal defectuosa. Por este motivo, queremos darte una lista con los mejores consejos básicos para tener una salud de hierro en tus dientes.

Recomendaciones para tener una buena higiene bucodental

El primer consejo que podemos darte al respecto es que te laves los dientes después de cada comida. Cuando nos alimentamos, quedan restos de comida entre los dientes, los cuales van a provocar las famosas caries, como también el sarro que afean nuestra boca y que hacen que puedan coger infecciones. Este gesto es uno de los más recomendados por los dentistas, aunque afirman que, en el caso de no poder lavarse los dientes en cada comida, como podría ocurrir cuando comemos en la calle, al menos dos veces al día es suficiente para conservar una buena higiene.

Aunque es otro de los grandes tips que puedes seguir, son pocas personas los que usan colutorio a diario. Este líquido es indispensable para una buena salud de tu boca, principalmente porque llega a aquellas zonas en la que el cepillo no consigue hacerlo, como puede ser entre los dientes o incluso los recovecos más escondidos y de difícil acceso. Además de esto, pueden hacer que la placa se vaya debilitando con su uso, por lo que tendrás una boca mucho más sana que antes (fuente).

La pasta de dientes es otro de los elementos esenciales para un buen cepillado. Su elección tiene que estar centrada, no solo en el flúor, algo que prácticamente ya tienen todos los dentífricos, sino también en otros componentes que puedan ayudar en la reducción del sarro o la caries. Es preferible siempre confiar en una marca de confianza, aunque pueda costar algo más caro, que aquella que no tiene seguridad alguna. Cuando hablamos de la salud de tus dientes, no tendríamos que mirar el precio de los productos que adquieres, sino de las características y de la facilidad que te dará a la hora de cuidarlos.

Consejos para tu cepillo de dientes

El cepillo de dientes es la herramienta principal para tu cepillado y si esta, no es la correcta, se notará cuando quieras tener una boca reluciente de anuncio. En el mercado puedes encontrar desde los clásicos manuales, en los que tendrás que mover tu el cepillo para que llegue a todas las partes de tu boca, hasta aquellos eléctricos que moverán sus cabezales para conseguir un cepillado más profesional. A día de hoy se está recomendando los cepillos eléctricos por el simple hecho de que tienen mayor acción en los dientes y consiguen una limpieza más certera en menos tiempo. Respecto a estos productos podemos decirte que hay muchas marcas y muchas prestaciones diferentes, por lo que te aconsejamos que mires bien y elijas el que más se adecue a tus exigencias.

Ya bien hayas elegido un cepillo de dientes convencional o uno eléctrico, tienes que saber que, si te lavas los dientes a diario, tendrás que cambiarlo al menos, cada tres meses. Uno de los consejos que te damos es, que cuando veas que está perdiendo el color, generalmente azul en sus cerdas, es que está desgastándose y tendrás que comprar uno nuevo. El desgaste de los cepillos de dientes hace que el cepillado no sea tan efectivo como al principio, por lo que su sustitución es necesaria.

Otros de los tips para una buena higiene dental se centran sobre todo en los hábitos que vamos a llevar en nuestra vida diaria. Entre ellos, podemos destacar principalmente el de no fumar o tomar en exceso bebidas alcohólicas, refrescos o incluso café. Estas sustancias tienen componentes que amarillean tus dientes, como también van consumiéndolos, por lo que los dentistas recomiendan que, si se bebe café se lave los dientes al momento para que no afecte al esmalte de los dientes.

Como punto final, se debe de ir al dentista al menos una vez al año para realizar la revisión anual de los dientes. Esta acción no la solemos realizar nunca, aunque bien es cierto que la tenemos bien aprendida. Una revisión puede suponer una prevención de problemas o enfermedades bucales.